¿Qué es el teatro terapéutico?
Desde la plataforma web SIQUIA realizaron una entrevista a Ció Sagristà, directora de Gestual de la mano de Nathalia Capdevila.
A través de la voz de Ció podéis conocer qué es el Teatro Terapéutico y su formación.
El teatro siempre se ha asociado a entretenimiento pero, no obstante, tiene muchas más ventajas de las que creemos. ¿Sabías que el teatro es terapéutico? En efecto, embarcarse en el mundo del teatro supone un crecimiento personal incuestionable.
Actuar es acción, es relacionarse y trabajar en equipo, es ponerse a la piel de un “otro” imaginario. Todo esto suena al role playing, las dinámicas relevantes en la práctica de talleres grupales de psicología. El teatro terapéutico, pues, no es más que una ejecución a gran escala, directa y constante del role playing y, por tanto, conlleva beneficios personales más potentes.
Las distintas manifestaciones artísticas tienen un componente de crecimiento personal importante y lo vemos en la musicoterapia o la arteterapia; en este sentido, el teatro no es excluyente y un claro ejemplo del beneficio que éste aporta hacia el individuo es el centro especializado en teatro terapéutico “GestuaL, mucho más que teatro”.
GestuaL, centro pionero en el teatro terapéutico
La sede, con espacio propio, abrió sus puertas en 2007 en Barcelona pero sus orígenes se remontan al 2003, cuando Gestual arrancó como el primer centro de teatro terapéutico de toda España. Hasta el año de inauguración de su actual centro, Gestual actuaba de forma itinerante alrededor de toda la península, alquilando los espacios pertinentes. La buena recepción y el auge de demanda motivó a Ció Sagrità y su equipo de terapeutas especializados a concentrar su praxis en un punto común – Barcelona – con espacio propio. No obstante, aún teniendo sala propia Gestual no ha limitado sus fronteras y la acción de este grupo sigue practicándose en más ciudades españolas, entre ellas Murcia, Valencia, Zaragoza, El Campello (Alicante), Madrid o Donosti.
El teatro terapéutico de GestuaL partió inicialmente de la terapia Gestalt aunque con el paso del tiempo ha ido evolucionando y, ahora por ahora, aplica más herramientas terapéuticas, como el análisis transaccional o las constelaciones (familiares y teatrales) entre otras. Esa suma de herramientas aporta más beneficios a la práctica de las terapias en tanto que no se centra única y exclusivamente en una disciplina terapéutica, aunque eso sí, la praxis del teatro terapéutico siempre se ubica en el marco de la Terapia Humanista.
Formación “casera” y profesional
La línea de actuación se centra en dos ejes principales: la formación en teatro terapéutico y la participación en talleres y monográficos eventuales. Uno y otro están abiertos a todos los públicos y no se requiere ser profesional de la salud. En especial, el módulo de formación se centra en dos años de trabajo con un trabajo de cierre final, llamado “máster”, que combinado con prácticas externas, “tiene como objetivo la búsqueda del sueño o propósito en la vida”, matiza Ció Sagristà.
La formación en teatro terapéutico, además, se completa con una sesión semanal de teoría cuya asistencia tan solo se exige a aquellos profesionales que a posteriori quieran aplicar este aprendizaje en su carrera profesional, ofreciendo dicho servicio de teatro terapéutico. Curiosamente, pero, “la mayoría de alumnos, profesionales o no, se animan a participar a estas sesiones teóricas”, explica Ció Sagristà, ya que “a medida que los alumnos se implican en el programa de formación, ven su utilidad, su practicidad, y se aventuran a obtener todo el bagaje aunque no lleguen a aplicarlo a nivel profesional y les sirva únicamente para un uso casero”.
Ciertamente, las terapias de índole dinámica y grupales, como pueden ser las musicoterapias o, en este caso, teatro terapéutico, tienen cada vez más una mayor demanda. ¿Por qué? “Son terapias que se hacen desde el placer”, apunta la directora de GestuaL, quien añade que son terapias que se practican desde la voluntad y que facilitan el acceso hacia el interior de uno mismo, aunque también matiza que ese estado de placer desde el que se practica “no significa que todo el rato estés riendo”. A fin de cuentas, el individuo está realizando un trabajo personal profundo pero que, debido a su dinamismo, entrará a su interior sin apenas darse cuenta. Por ello, con pocas sesiones la persona puede llegar a una gran apertura de conocimiento, consciencia y descubrimiento de sus herramientas necesarias para poder aplicar ese aprendizaje obtenido.
Como explica Sagristà “tener conocimiento y consciencia no sirve de nada si no tienes las herramientas necesarias para ponerlo en práctica”, y ese valor añadido es clave en el teatro terapéutico.
Profesional y cliente: beneficios en ambos lados
Los beneficios se dirigen a los individuos que toman parte de las actividades del teatro terapéutico. No obstante, no son los únicos beneficiarios. Para Ció Sagristà, tras muchos años de experiencia profesional dentro de este mundo, el teatro terapéutico le aporta la “ilusión de poder trabajar en lo que me gusta”. Y, además, poder cobrar de ello.
¿Quién no sueña con un empleo así? Además, el gran valor de su profesión es ver lo buenos y bellos resultados que aporta a las personas su trabajo, su experiencia; resultados fáciles de conseguir si el individuo se implica. “Se trata de acompañar a las personas hacia su bienestar” algo más que gratificante para Ció Sagristà que, sin dudarlo, admite que el teatro terapéutico “es mi vocación”.
cocinitas de madera
17 diciembre, 2017 @ 16:38
buen articulo, muchas gracias